Omar Sperdutti salió dialogar con la prensa tras los incidentes y manifestó que dará un paso al costado en la dirección. “Esto es lo que faltaba para que no viniéramos más” tiró el Presidente y aclaró que los hechos fueron por una interna de la barra. Final no merecido y futuro incierto para el Cruzado. Tras los hechos de violencia que se generaron en las inmediaciones del estadio de Maipú, su presidente, Omar Sperdutti, salió a dar declaraciones por lo ocurrido.
Molesto y con bronca, el pope se refirió a los disturbios, los cuales fueron pre avisados al máximo dirigente del club. “Entresemana me llegaban los mensajes de los hinchas que lo iban a suspender porque había problemas internos. Nosotros no tenemos nada que ver con todo esto. Lograron el objetivo” tiró. “Estamos muy dolidos, muy apenados, porque varias familias que trabajábamos en el club veíamos esto muy cerca de llegar al objetivo de ascender. Pero esta manga de delincuentes, lo que hicieron no tiene nombre. Son delincuentes de la vida, de todo.” Y después, mencionó su alejamiento del club, junto con sus hermanos, cansados ya de estos hechos. “Ya hablé con mis hermanos y ya quedamos en no pisar ni hablar de esta cancha. Esto es lo que faltaba para que nosotros no viniéramos más. No merecemos este final de campeonato.”
Sperdutti se lo vio molesto. Y no es para menos, la suspensión del partido quizás le signifique a Maipú la suspensión de su estadio o quizás peor como una quita de puntos. “Este fue el paso que faltaba para que este club quede en manos de estos hijos de puta. Hoy el árbitro no tuvo nada que ver, tuvo que ver la hinchada de Maipú. Hinchada llamo a los 40 que le complican la vida a la institución” manifestó. “Hicimos de todo, dejamos la vida con mis hermanos, no merecíamos esto. Nos rompemos el culo para tener una institución al día, con los papeles al día, como corresponde, en condiciones, siempre con una obra nueva, pero parece que esta manga de delincuentes no lo ve.”
Al referirse a las posibles causas de los hechos, el Gringo acotó que es un problema de barras. “Según ellos, es un problema entre barrios. No es lo que pueden pedir si no el daño que le han hecho hoy a la institución, no se dan cuenta estos inservibles. Hay una interna en donde no me quiero meter.” “Voy a convencer a mis hermanos para que no pisemos nunca más esta cancha” manifestó y cerró al decir que “me voy orgulloso de estos dirigentes, saben que no podemos seguir un minuto más, porque esto nos afecta y no vamos a poner en riesgo a nuestras familias. Me voy con una pena enorme” concluyó
Marcos Cabrera.
Fuente: ascensodelinterior.com.ar
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